Con el fin de proteger el desarrollo del transporte en la Unión Europea, la Comisión ha adoptado, el 23 de mayo, un plan de contingencia destinado a reforzar “la resiliencia” del transporte en el seno de la UE.
Según este plan, se quiere aprovechar la experiencia adquirida con la pandemia del COVID-19, teniendo en cuenta, también los retos para el sector del transporte en Europa, desde el inicio de la agresión militar de Rusia contra Ucrania. Para Bruselas, ambas crisis han afectado gravemente al transporte de mercancías y pasajeros, pero la resiliencia de este sector y la mejora de la coordinación entre los Estados miembros han sido esenciales para la respuesta dada a esos retos.
En el anuncio de esa decisión, la comisaria de Transportes, Adina Vălean, ha señalado que, “Estos tiempos problemáticos y difíciles nos recuerdan la importancia del sector del transporte de la UE y la necesidad de trabajar en nuestra preparación y resiliencia. La pandemia de COVID-19 no fue la primera crisis con consecuencias para el sector del transporte, y la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia nos muestra que, sin duda, no será la última. Por ello, debemos estar preparados”.
Para Vălean, “El plan de contingencia que presentamos hoy, basado en las experiencias adquiridas y las iniciativas adoptadas durante la pandemia de COVID-19, crea un marco sólido para un sector del transporte de la UE resiliente y a prueba de crisis. Tengo el pleno convencimiento de que este plan será clave para reforzar la resiliencia del transporte, pues muchos de sus instrumentos se han revelado ya esenciales en el apoyo a Ucrania, en particular los corredores solidarios UE-Ucrania, que ayudan a ese país a exportar sus cereales”
El plan contempla diez acciones a desarrollar, por parte de los Estados miembros, bajo la orientación de Bruselas. Son medidas de respuesta de emergencia a las crisis. Entre ellas, destaca la importancia de garantizar una conectividad mínima y la protección de los pasajeros, desarrollar la resiliencia frente a los ciberataques y realizar ensayos de resiliencia.
Se quiere adaptar la legislación de la UE en materia de transporte a las situaciones de crisis; garantizar un apoyo adecuado al sector del transporte, con la libre circulación de mercancías, servicios y personas. Gestionar los flujos de refugiados y repatriar a los pasajeros y trabajadores del transporte bloqueados.
Asimismo, también se apuntan como acciones a desarrollar, garantizar una conectividad mínima y la protección de los pasajeros; intercambiar información sobre el transporte; reforzar la coordinación de la política de transporte; ensayar las medidas de contingencia en el ámbito del transporte; y, cooperar con los socios internacionales.