El pago por el uso de la infraestructura viaria es un asunto que lleva encima de la mesa desde hace una década, al menos. Algunos países europeos aprobaron, en diferentes años, la tan conocida tasa denominada Euroviñeta, un pago kilométrico del usuario de las vías de alta capacidad (autovías y autopistas), con el objetivo de destinar la recaudación al mantenimiento de dichas carreteras de primera ocupación. En España, el sector del transporte por carretera, a través del Comité Nacional, siempre se ha opuesto a la medida en la línea que no se le puede repercutir al usuario final, al ciudadano, el incremento que supone realizar el transporte efectivo por el transportista. Hasta ahora los diferentes ministros del ramo y presidentes del Gobierno de España declararon no aprobar tal medida sin consenso con los usuarios, sean públicos o privados. Puede que todo esto cambie. Otras agrupaciones de usuarios, con estudios en mano, también se oponen. Otra amenaza de la que ANETRA se tendrá que ocupar