Según un estudio encargado por ACEA, la asociación europea de fabricantes de vehículos, a la consultora Frontier Economics, la propuesta de Euro 7 presentada en noviembre del año pasado por la Comisión Europea, con nuevos y más ambiciosos objetivos de reducción de gases y partículas contaminantes, podría contribuir a encarecer el coste de producir autobuses y autocares nuevos en más 12.000 euros. Es, sin duda alguna, un incremento de costes muy superior al estimado por las autoridades europeas en su propuesta, y que se cifraba en 2.800 euros.
El cumplimiento de la normativa Euro 7 propuesta por Bruselas requerirá del montaje de nuevo equipamiento en los autobuses y autocares y el incremento de las inversiones en nuevas tecnologías realizadas por los fabricantes de los vehículos. En ese escenario, Frontier Economics vaticina un importante aumento de los costes de producción y eventualmente del precio de venta de las nuevas unidades. Por añadidura, la consultora anticipa también que los requisitos de la Euro 7 generarán costes indirectos derivados, por ejemplo, de un mayor consumo de combustible. Según los autores del estudio, los nuevos vehículos adaptados a la normativa anticontaminación propuesta, necesitarán de combustible adicional para calentar el catalizador desde el arranque en frío, exactamente de un 3,5% en promedio para un vehículo industrial.
De cumplirse los plazos previstos por la Comisión Europea, la nueva Euro 7 entraría en vigor para los autobuses y autocares en julio de 2027. A la luz del impacto de la normativa tanto en el precio de compra de los vehículos como en el de su uso, la asociacion de fabricantes ha instado a Bruselas a hacer un análisis más detallado de los costes y beneficios de la implantación de la norma que propone.