El pasaporte de vacunación europeo inicia las últimas fases de preparación para favorecer la movilidad. Así lo aprobaron los 27 Estados miembros que conforman la Unión en el seno de la Comisión. Se marcan tres meses de plazo para su efectividad. Han tenido que analizarse dos polos que parecen contrapuestos: por un lado, las desigualdades que podría provocar la medida que dificultara la libre circulación de ciudadanos comunitarios; pero por otro la demostración de la ciudadanía ya vacunada que, eso sí siguiendo con el cumplimiento estricto de los protocolos COVID, pueda desplazarse y lograr un repunte en el turismo vacacional en este verano, y el turismo de congresos a partir de septiembre. Queda mucho por acordar, ya que lo difícil ahora es cómo y cuándo se podrá exigir, y para ello se seguirá necesitando consenso en Bruselas.

Merkel anuncia que en verano estará en vigor el pasaporte de vacunación europeo (abc.es)