La Asociación Nacional de Empresarios de Transportes en Autocares (ANETRA) está muy pendiente de los objetivos y el plan de implementación del nuevo “Decenio del Transporte Sostenible” recientemente aprobado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el periodo 2026-2036. El objetivo final del mismo es generar las condiciones para avanzar en la total descarbonización del transporte europeo en el año 2050. En ese contexto, la organización empresarial que representa a las pymes españolas del transporte de viajeros, anima a que las instituciones del Naciones Unidas involucradas en la concreción de los objetivos del “Decenio del Transporte Sostenible” tendrá en cuenta la necesidad de garantizar la sostenibilidad económica del tejido empresarial que hoy por hoy garantiza el derecho a la movilidad de los viajeros europeos.
Después de la reciente Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas por la que se establece el “Decenio del Transporte Sostenible” para el periodo comprendido ente 2026 y 2036, diferentes representantes del transporte mundial de viajeros, como la Organización Internacional del Transporte en Carretera (IRU), de la que forma parte ANETRA, junto a los principales organismos de la ONU, están sopesando sus objetivos y plan de implementación.
Durante el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible (HLPF) celebrado días atrás en Nueva York, los representantes de IRU compartieron, en reunión con las comisiones económicas y sociales de Naciones Unidas de las diferentes regiones del mundo, la visión de los empresarios del transporte por carretera para impulsar el Decenio del Transporte Sostenible. El Asesor Superior de Defensa Global de la IRU, Jens Hügel, puso en valor el Pacto Verde de la IRU como marco y guía para los gobiernos y las empresas de transporte comprometidas en liderar y supervisar los progresos hacia una descarbonización “pragmática” del transporte de viajeros por carretera. En este punto, ANETRA se muestra partidaria de una hoja de ruta que garantice la sostenibilidad económica de las empresas que en la actualidad proporcionan los servicios del transporte de viajeros, con medidas que faciliten la transición de sus flotas a otras cada vez más descarbonizadas, sin poner en riesgo la propia viabilidad económica de las mismas ni los empleos vinculados a su actividad.