La ciudad de Toledo, destino turístico por excelencia, acaba de modificar la ordenanza de movilidad que regula la circulación, parada y estacionamiento de los autocares. Sus regidores han decidido prohibir la parada y estacionamiento de los autobuses turísticos de servicio discrecional en vías urbanas excepto en lugares señalizados específicamente para ello.
Adicionalmente, han establecido una tasa por uso del espacio público por parte de este tipo de vehículos que varía, en función de la capacidad de los autobuses, entre los 25 y los 125 euros. Las multas, por el imcumplimiento de esta nueva ordenanza, oscilan entre los 225 y 375 euros.
Estas limitaciones, como recoge la Asociación Nacional de Empresas de Transportes en Autocares (ANETRA) en una detallada circular remitida a sus asociados, no será aplicable al transporte de escolares o transportes organizados por clubes deportivos, asociaciones deportivas, sociales y culturales con domicilio social en la ciudad de Toledo.